Hay etapas en la vida de cualquier persona en las que notamos que todo cuesta más, se pierde la ilusión,
el día a día se hace cuesta arriba, parece que la vida pierde sentido. En ocasiones respondemos con el aislamiento, preferimos quedarnos en casa, no tenemos ganas de salir. A veces estamos irritables y saltamos por cualquier cosa. Pueden ser señales de que algo no está bien, y poco a poco nuestra vida se va limitando.
En otros casos estamos en estado de nerviosismo constante, nos cuesta tomar decisiones, concentranos en las tareas cotidianas, en el trabajo.
Puede ser buena idea consultar con un profesional de la psicología.
En una primera sesión el objetivo es conocer el motivo de consulta. Se trata de una entrevista en la que el psicólogo/a nos va hacer diferentes preguntas acerca de nuestras rutinas, estructura familiar, ocio, red social, estado emocional, ect. Para el profesional es importante que la persona se sienta acogida, escuchada sin juicios. El entorno debe estar cuidado para la persona, un espacio seguro.
Todo ello por si solo ya es terapéutico y liberador desde la primera sesión.